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Hace un par de años, cuando aún estaba en Defence Lab, tuve una conversación muy interesante con otro instructor. El Sueco, como le llamábamos (porque era sueco), me hablaba de un estudio que afirmaba que los agresores escogían a sus víctimas por su forma de andar. 

Yo, que no había investigado nada sobre el tema, me quedé un poco extrañado. Como había despertado mi curiosidad, le pregunté si podía ser más específico.

—Sí, mirada al suelo, cabizbajo, sin energía. La forma en que se mueve una persona con baja autoestima o con una pena muy grande. Lo hacen porque estas personas generalmente no darán guerra —dijo el sueco, sin dudar.

Fascinado por el asunto, decidí buscar más información al respecto.

LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

No fue difícil encontrar información sobre el tema. En efecto, en dicho estudio reunieron a varios criminales por separado, les enseñaron vídeos de diferentes siluetas caminando, y les preguntaron a quién escogerían como posible víctima. Invariablemente todos escogieron las mismas siluetas. Algunas de ellas pertenecían a personas que ya habían sido víctimas, e incluso los criminales más psicópatas, eran capaces de reconocerlas. 

El antisocial, analiza tanto la forma de moverse, como la falta de contacto visual, para determinar si una persona es “socialmente sumisa”. Ello le garantiza más probabilidades de cumplir su objetivo. Claro, que esto no lo hace conscientemente, sino más bien de forma instintiva: El agresor también siente miedo, por lo tanto, no se arriesga más de la cuenta, y escoge a víctimas eventualmente fáciles.

El agresor también siente miedo, por lo tanto, escoge a víctimas fáciles

Algo parecido sucede en el reino animal, cuando algún depredador ataca a otro solamente si este último está enfermo o débil: La garantía de éxito es mayor.

LA IMPORTANCIA DEL AUTOESTIMA

Entonces, ¿Por qué es tan importante la autoestima? Porque si no te quieres a ti mismo, no vas a luchar por tu vida.

Para pelear hace falta motivación, algo por lo que luchar. Si piensas que tu vida es una mierda, poco harás para defenderla. Y si no te aprecias a tí mismo, no sólo vas a tener todas las de perder, sino que además vas a atraer a los sociópatas.

Debes concebir que vale la pena sobrevivir, que tienes el deber de defenderte, y el derecho a hacerle daño a quien quiera hacerte daño. Sin esta actitud no vas a salir entero de una pelea. Esto es más importante que todas las técnicas de Defensa Personal… pero la paradoja de todo esto, es que al aprender a defenderte, tu autoestima aumenta de forma gradual. 

Tienes el derecho —y el deber— de hacer daño a quien quiera hacerte daño

Poco a poco aprenderás a tomar el control de tu cuerpo. Empezarás a sentir que eres capaz de defenderte y tu cuerpo empezará a ser capaz de defenderte. La transformación interior irá de la mano con la exterior y la forma en la que te verás a ti mismo no volverá a ser la misma. Henry Ford decía: “Tanto si piensas que puedes como si piensas que no, estás en lo cierto”.

Así que mejor pensar que puedes.  Te esperamos aquí