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Deportes de Combate, Artes Marciales y Defensa Personal ¿Hay diferencia?

Hace unos años, cuando aún estaba con Defence Lab, di un taller de hora y media sobre nuestro mecanismo de defensa, lo que en ese momento solíamos llamar «Shape 1», la denominación utilizada por DL a lo que era El Pensador de Keysi Fighting Method. Al finalizar la clase uno de los asistentes preguntó:

–¿Y qué pasa si te adivinan el Shape 1?

Aunque la pregunta tenía cierto tono de «listillo» repliqué con naturalidad.

–Esa pregunta corresponde a un contexto de Deportes de Combate y no de Defensa Personal.–le dije.

El chico arrugó la cara como un niño al que le das coles de bruselas en vez de helado.

Luego pensándolo bien, llegué a la conclusión de que posiblemente ninguno de los asistentes entendiera mi respuesta… Y es cierto que, teniendo en cuenta la confusión que existe entre Deportes de Combate, Artes Marciales y Defensa Personal, aún a día de hoy esto amerita una explicación.

ADIVINA, ADIVINANZA

En una sala, bien iluminada, en la que se enfrentan dos adversarios, un peleador con experiencia buscará crear un patrón para observar la respuesta del oponente. Así podrá «adivinar» sus tácticas y contraatacar de la forma correspondiente.

En la pelea callejera, simple y llanamente, no hay tiempo para tantear habilidades. Fin de la historia.

Los altercados reales, aunque muchas veces precedidos por señales, suelen suceder de forma explosiva con muy poco tiempo para reaccionar. Y ello si no es una emboscada en la cual ya vas unos cuantos pasos más atrás que el de tu agresor… si es que aún sigues consciente.

Sin embargo, a pesar de que estas cosas puedan parecer obvias, la línea que separa Deporte de Combate, Arte Marcial o Defensa Personal sigue siendo muy delgada… He llegado a la conclusión de que esto se debe a tres factores:

El Cine y los Medios de Comunicación. En gran medida, los principales culpables de esta confusión pues la mayoría de las peleas en las películas son coreografías armoniosas que nada tienen que ver con el caos que se genera en un altercado real. No olvidemos que los medios proyectan la realidad que quieren y que muy poca gente se cuestiona lo que ve en la tele.

– El Marketing. Todo se vende como Defensa Personal: Kickboxing, Jiu-jitsu, Aikido, MMA, Taekwondo, Kung-fu, etc. da igual que sea un deporte olímpico o Tai Chí con abanico. Esto, aunque generalmente no sea algo mal intencionado, en general es sólo para simular un valor añadido y conseguir así más clientes.

– Falta de referencias reales. En la mayoría de los métodos de Defensa Personal, se bebe directamente de los Deportes de Combate o de las Artes Marciales tradicionales. Esto se debe a una carencia de experiencia propia, o de conocimiento de la experiencia ajena; a un entrenamiento muy limitado, sin riesgos mentales o físicos; o a todo lo anterior.

Por un lado, existe una retroalimentación entre los tres.  Es indiscutible que los Deportes de Contacto vienen de las Artes Marciales, pero por otro lado, no son pocas las Artes Marciales tradicionales que, al sentirse eclipsadas por el MMA, se intentan modernizar.

¿COMPETIR O SOBREVIVIR?

La Defensa Personal, muchas veces, olvida que su objetivo es sobrevivir y no el de demostrar que eres mejor atleta o que tienes más huevos que tu oponente.

Esta confusión reina incluso entre los instructores: Hace unos meses presencié una clase de Karate, en la que antes de terminar, el Sensei dijo:

–Ahora vamos a hacer un poco de Defensa.–Dicho esto, se fueron todos al suelo a hacer luxaciones en plan MMA.

No está mal conocer un poco de todo, sin embargo, debido a que buscas someter con luxaciones, te acostumbras a rondar en el suelo más tiempo del necesario. Lo suyo en Defensa es ir a lo práctico, como por ejemplo golpear la cabeza de tu oponente contra el asfalto y escapar. El inconveniente mayor, de quedarte mucho tiempo en el suelo, es la incorporación de un tercero, que con o sin motivos, te ataque por detrás o que tu oponente esté armado y te apuñale mientras estás ocupado intentando lograr un atrape.

Hombres luchando en el suelo

EL FAMOSO ARMBAR EN LA CALLE

En la calle es muy factible la desproporción, es decir, que se involucren otras personas, o que el agresor pese 50 kilos más que tú, o que esté armado… mientras que en el Ring o Tatami, todo es equitativo: uno contra uno, mismas armas, mismo rango de peso.

¿No funcionan entonces los Deportes de Contacto y las Artes Marciales como Defensa Personal?

Por supuesto que sí. Una buena hostia es lo que es… da igual que lo haga un Karateka o un Boxeador. Sin embargo, el hecho de que el objetivo sea competir crea hábitos que luego pueden ser perjudiciales para tu supervivencia.

LA TRAMPA DEL EGO

Todo funciona y deja de funcionar según el contexto en el que está. Lo que debes tener claro es cuál es tu contexto.

Mucha gente se ofende cuando hablas de esto pues ha invertido su Ego en ello. Es lo que se llama Ego Investment, siento no saber cuál es el equivalente en castellano, pero básicamente son objetos, ideas o personajes con los que te defines y en los que apuestas todo tu ser.

Este tipo de «ataduras», muy emocionales pero poco lógicas, son peligrosas pues evitan a que evoluciones como persona. Ejemplo: Tenía yo un colega con el pelo largo. Desde hace unos años se está quedando calvo y tiene un buen nido de pájaro en la parte occipital de la cabeza. Pero como siempre ha estado involucrado en Recreación Medieval, Thrash Metal, etc. su pelo no se toca. Es como su carnet de identificación.

Pero cómo tampoco está contento con su calvicie lleva un gorro todo el tiempo. Y cualquier actividad en la que tenga que prescindir del gorro, como bañarse en la playa, hacer boxeo, etc. la huye como al diablo, siempre con alguna otra excusa, aunque le encante el boxeo o el mar. Con esto sólo quiero ilustrar lo absurdo, que es dejar de hacer lo que siempre has querido, por una limitación que no está más que en tu mente.

El Ego Investment por ejemplo es muy habitual en política: mi familia es de partido «A», yo voto a partido «A» y nunca votaré por partido «B». En las Artes Marciales lo mismo: Mi profesor es el mejor, mi Arte Marcial es el mejor y así sucesivamente.

Debemos tener cuidado con este tipo de actitud. Para crecer en la vida lo mejor es ser curioso y cuestionar las cosas. Aprende a pensar por ti mismo, a ver que no todo es blanco o negro y empieza a dudar de todo. Incluso de lo que estás leyendo en este blog.

¿QUÉ DEBO PRACTICAR ENTONCES?

Con todo esto, no pretendo decirte que una cosa es mejor que la otra, pues como ya dije, todo depende del contexto. Lo que quiero es ayudarte, en caso de que tengas dudas, como seguramente tenía aquel chico en realizar la pregunta.

Si no logras saber lo que quieres practicar, pero buscas conocerte más a ti mismo y sacar lo mejor de ti, en general con cualquiera te vendrá bien. Pero ello dependerá más del instructor que de la disciplina.

Por otro lado, en todos vas a mejorar tu autoestima y aprender a defenderte en cierta medida. Pero básicamente:

  • Si quieres hacer un deporte, competir y medirte con los demás, cosa que es natural y está bien, busca los Deportes de Contacto.
  • Si quieres preservar un Arte Marcial ancestral, porque te sientes atraído por su romanticismo o estética, ya sabes que hacer.
  • Si quieres aumentar tus probabilidades de sobrevivir en un enfrentamiento no deseado busca Defensa Personal o Combatives.

Siempre puedes probar una clase si aún sigues teniendo dudas. Ahora, si ya tienes claro lo que quieres hacer, levanta el culo del sofá, deja de ver Netflix y ve a por ello.

Que tengas buena semana.

PD: Si lo que te interesa es la supervivencia, y no tienes miedo a vivir, no dudes en probar una clase reservando aquí

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