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A qué no tienes Huevos

Mucha gente, por lo general proveniente de otras Artes Marciales, se burla de nuestra guardia… O más específicamente del Pensador… K t meto un operkut k flipas… K t reviento las kostillas… Una sola patá en los huevos, etc. Así vocifera la peña… con el culo cómodamente pegado a la silla.

Probablemente piensan que nos quedamos como en las fotos… Petrificados como una momia. Pero lo que no saben, es que ni es una guardia, ni tampoco es estática.

Intenta meter un uppercut a través de estos codos. Suerte.

 

En realidad, pareciese que todas estas personas que nos atacan de forma gratuita, muy en el fondo, lo que tienen es miedo. Miedo de admitir que hay algo más allá de sus pequeños mundos.

Y que funciona.

Si no funcionase, no les molestaría. Simplemente lo dejarían ser… Pero hay algo en su interior que hace ¡crac! cuando ven Keysi Fighting Method… Una voz qué les dice: ¿Y si esa protección fuese más eficaz que la mía?

Un método revolucionario

La prueba de que El Pensador de Justo Diéguez es revolucionario, es que ahora se ve en numerosos sistemas de Defensa Personal, incluso en el famoso Krav Maga (click aquí para verlo), en cuyo repertorio no se veía ni por asomo hace veinte años. Por otro lado, abajo podemos ver a Lee Morrison, una eminencia en la Defensa Personal, haciendo uso del Pensador.


En estos sistemas, al igual que en Keysi Fighting Method, se usa El Pensador tanto para la defensa como para el ataque. Sin embargo, la mayoría de nuestros imitadores desconectan la mecánica corporal del Pensador, lo que hace que el nuestro siga siendo la referencia por su potencia explosiva.

Dicho esto, por supuesto que existe la posibilidad de comerte la patada en los genitales, o el gancho en las costillas… En efecto, es una probabilidad. Nada es infalible y todos somos vulnerables en algún momento de nuestras vidas.

Vivimos con ello.

Sin embargo, en nuestras clases de Defensa Personal, seguimos priorizando la protección de la cabeza.

¿Porqué? Vamos a verlo.

Hace unos años…

El ser humano busca la cabeza de forma instintiva durante la pelea. Lo hace porque sabe que es el motor principal de todas las acciones del cuerpo… y que ahí está la clave para incapacitar de forma inmediata a un oponente.

Este conocimiento está en nuestro interior. Miles y miles de ancestros pelearon contra otros humanos, y sobrevivieron, para que hoy en día estuviésemos aquí… Vieron caer a innumerables enemigos, pero también a compañeros, tras un golpe en la cabeza.

Y aprendieron.

Toda la información compilada gracias a esas experiencias está grabada en nuestro ADN. Es parte de nuestro legado genético. Se llama Instinto.

Pero, y qué pasa si…

Si alguna vez te han dado, o has dado, una patada en los huevos, sabrás que duele y mucho… pero nunca te has quedado inconsciente.

Si alguna vez, te han metido un buen Uppercut en el hígado, probablemente habrás caído al suelo inmediatamente… pero no se te apagaron las luces.

Evidentemente no hay que engañarse, ambas cosas funcionan, y hay que intentar evitarlas en la medida de lo posible… Pero entre quedarte adolorido, con un mínimo de posibilidades de remontar la situación, o quedarte inconsciente, con las probabilidades de rectificar iguales a cero, ¿cuál escogerías?

Entre quedarte adolorido o quedarte inconsciente, ¿qué escogerías?

Vamos a ponerlo de otra forma: Si te encontrases en una pelea en un bar, donde arrojan hostias y botellas a placer, ¿Te cubrirías los genitales?

No lo creo. Pero hazlo si tienes huevos.

PD: Si quieres saber cómo funciona El Pensador, ven a nuestras clases de Defensa Personal en Madrid haciendo clic aquí.

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