Un colega de mi antigua escuela de Wing Chun tenía la costumbre de hacer botellón los fines de semana junto a sus amigos… Si no me equivoco bebían ron barato o algo por el estilo… y cuando llegaba el viernes, se reunían en una plaza junto a otros centenares de jóvenes.
Como bien sabemos, en estas «fiestas», por llamarlas de alguna forma, siempre existe la posibilidad de algún roce… Es lo que tiene el exceso de alcohol… Efectivamente, a las dos horas, algún imbécil intentaría robar la botella de Ron… Y le pillaron. Aquí no hace falta entrar en detalles: escalada verbal hasta entrar en contacto físico.
El hecho es que a mi colega, que lleva coleta, lo tiraron por detrás, y al caer al suelo empezó una lluvia de patadas.
Decidió ponerse en posición fetal y aguantar hasta que todo terminase… Pero de pronto algo, no recuerdo bien el qué, dispersó la pelea y acabó sin mayores daños.
Decidió ponerse en posición fetal y aguantar hasta que todo terminase
Cuando nos contó la historia, un poco avergonzado, afirmó que no se puede hacer otra cosa en dada situación.
La posición fetal
Hace unos cuantos años hubiese pensado igual. De hecho, en algunos sistemas de Defensa Personal enseñan exactamente eso: hacerte una bola, cubriendo bien la cabeza y protegiendo el cuerpo con las rodillas al pecho… Lo cual, contra varios oponentes, ciertamente es sensato.
Sólo que hay un pequeño detalle: corres el riesgo de que el asunto continúe de forma indefinida.
Hay gente muy tarada por ahí (en Madrid, cada vez más)… Incluso algún sujeto que no tiene nada que ver con la pelea, pero al ser un resentido, aprovechará para patear el culo de un desconocido… sólo porque sí… porque existe la posibilidad de hacerlo. Esto no me lo invento, ya lo he visto.
Puede que no paren hasta dejarte inconsciente… O puede que alguien se ponga creativo y decida buscar algún objeto contundente… La pelea en la calle activa la parte oscura del ser humano… Esa que creemos domesticada… Esa que no queremos ver… pero que sigue ahí.
Por lo tanto, esperar a que el asunto pase… cruzando los dedos… es extremadamente arriesgado.
¿Hay alternativa?
Nunca vayas al suelo en la calle… Es posible que hayas escuchado alguna vez esta recomendación… Y no le falta la razón… pero ¿y si terminas ahí sin quererlo? En ese caso, el consejo ya no es de mucha ayuda…
Veámoslo de esta forma, si en la pelea callejera existe toda clase de posibilidades… como terminar de espaldas al suelo, sentado, de rodillas, etc., ¿Porqué, en las clases de Defensa Personal, no aprendemos a pelear desde estas posiciones?
Y aunque sepamos contraatacar desde el suelo… lo cual no deja de ser un infierno… ¿no deberíamos saber salir de ahí lo antes posible?
Visualización
Evidentemente, nada de esto es fácil… pero si nunca te has imaginado atacando desde una posición tan desventajosa… jamás en la vida lo vas a hacer.
Una posibilidad debe pasar primero por tu mente antes de convertirse en acción… Si nunca lo has imaginado o visto… y menos aún entrenado… pocas probabilidades hay de que se te ocurra en un momento de desesperación.
Si nunca has contemplado una acción… poca posibilidad hay de que se te ocurra bajo estrés
Esto no es sólo con las Artes Marciales… Es con todo en la vida, visualizar es clave para el éxito.
Protección activa
Si entrenas tumbado, de culo o de rodillas contra alguien de pie, primero entenderás la desventaja que genera esta situación. Luego empezarán a aparecer soluciones… donde pensaste que no habían. Entre otras cosas podrías aprender a:
Todos estos casos y posibilidades son entrenados regularmente, con uno o varios oponentes, en nuestras clases de Defensa Personal.
Y tú? Qué esperas para venir a probarlo? Contacta aquí